martes, mayo 24, 2005

Calor de Verano

Le sonrío, y ella me sonrie. Es la misma plática de siempre, y el mismo final corto después de un par de minutos. Yo salgo con mi vaso sonriente y ella tiene su dinero en la registradora. Una semana despues a más-menos la misma hora regreso y es el mismo procedimiento, y la busco a ella aún cuando un jóven atento le ofrece primero los servicios a este comensal. Y vuelvo a detectar esa risa seminerviosa otravez.

Es un poco como aquella mesera en la franquicia restaurantera. Yo trato bien a todos los meseros y meseras para que no piensen que soy un cliente pedante/dificil (y así reducir mi riesgo de que le escupan a mi comida, o peor), sin embargo esta chica malinterpretó una sonrisa de "gracias, eres muy amable" por una insinuación de otra cosa. Su risa y mirada fueron delatoras, y se las arregló para seguir pasando frente a mi mesa, y ofrecerme bebidas aún cuando ya había pagado la cuenta.

(No puedo negar que me han dado ganas de dejar el celular en esos casos, y ver que pasa cuando busquen entre varios números y se topen con uno que diga "Casa". Pero bien, no voy a andar tomando esos riesgos con mi celular, aún cuando sea tan viejo y valga tan poco).

Y el otro dia me pasó también, pero en un puesto de dogos, cuando iba solo a saciar un antojo, y aqui me encuentro con una comensal igual que yo, y la veo desfilar. De las anteriormente descritas es probablemente la única que siempre arranca las miradas. Mezclilla ajustandose perfectamente, envolviendo una forma bellamente curva, una cintura que acentúa sus sinuosidades, un par de pechos ideales para su figura, y arriba un bello rostro y pelo que le favorecía, toda una escultura andante esta muchacha. Contesta mi mirada, pero solo una mirada, sin insinuaciones ni demás solo un "ah si, estas vestido así, tienes piel de un color..." y alguna otra cosa escencial de mi físico. Pero, venía acompañada como era de esperarse, aunque aún no se si era su papá o era su media naranja, en dado caso, despues de verla me dio algo de tristeza y recordé alguna canción sobre las edades, de José José.

Añándanle a esto los deseos que en su momento sentí, porque una tóxica planta me diera un fuerte apretón, con todo y ronchas que traerían, y los numerosos pares de todo que he visto, y diré que el calor esta duro este verano.

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