domingo, mayo 01, 2005

Cenizas

También en estos dias, fuimos y regresamos a Phoenix. Con este es el 3er viaje que recuerdo he hecho a dicha ciudad por motivos de la escuela. La segunda en que me voy en el mismo camión (el mafioso ese), la segunda donde vuelvo a buscar a un elemento de la familia Hernández (en el viaje anterior hace dos años fue a la Cas, y nunca coincidimos jeje) y la primera en que voy a ese campus y con fines de solo escuchar una conferencia. Era menos gente que en la ida a León, y naturalmente el espíritu carecía de tanta energía como el de aquel viaje (al menos para mi). En algún punto de ida me empezé a sentir no del todo bien, y pues eso hizo un poco más agónico el pasar de los kilómetros, hasta almenos ya muy entrada la noche y el territorio arizonense. Normalmente en los viajes busco alguna constelación, a orion en particular, y esta vez jamás lo pude encontrar.

El viaje, como todos los que he tenido a Phoenix, ha sido complejo en muchos niveles. Cosas que me llevo y traigo para pensar, situaciones que surgen allá, en fin, todo siempre es una mezcla de emociones y hechos, que mi cerebro tiene que captar, y asimilar, siempre y cuando asimile lo que había sucedido antes del viaje, asi que ya entenderán que esto va pa larga.

Hay muchas frases y muchos hechos del viaje, me gustó mucho la del Javier que dice "yo me desperté a las 4 pm para ir al gym esta tarde y despedirlos, y terminé durmiendo en Phoenix a las 4am, eso no era lo que yo tenía planeado". O bien la frase del Charly que resume muy bien el vecindario del hotel en que "nunca había pasado por aquí, estos rumbos son muy ghetto para mi".

No me quejo de las conferencias, ni del hotel, y aunque podría quejarme de todo lo que pasó, muchas cosas ya son "agua abajo del puente", por lo menos para mí. Me quedo con lo bonito del viaje: Las grandes carcajadas con mis compañeros de recientes viajes, la buena comida (aún en un marco de tiempo limitadísimo), las atenciones del Charly durante la estancia, un cuarto con excelente companía, la metamorfosis de un rostro cuando recibe un regalo inesperado, la diversión durante compras (producto de las medidas, y demás deliberaciones, no lo que yo compré) y los besos, abrazos y caricias, cuantos hayan sido.

Así que regreso, y veamos que resurge de las cenizas de esta ave.

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