No quería

No quería mostrar entusiasmo alguno por ver la de Star Wars nueva. Las películas anteriores con toda su publicidad resultaban siempre quedar abajo de mis espectativas, y pues tomé la estrategia que desde hace rato sigo para películas muy publicitadas: "Me vale madre que salga la película, la veré cuando sea una buena oportunidad".

Y ayer sábado desperté a las 8 cuando los técnicos del aire golpeaban con martillos y cortaban con sierras los ductos (y los méndigos tubos de lámina son rebuenos para conducir el sonido hasta tu cuarto). Me las arreglé para dormir 1 hora más con todo el relajo, pero pues ya no era lo mismo, ya que. Con una casa acumulando calor, y sin opción de usar ni la computadora ni la tv ni ninguna luz artificial ("ahorita ya vamos a cortar la luz para conectar el central nuevo") y con la certeza de que a una temprana hora no me encontaría con mucha gente en la función, agarré mis cosas y me fui a la próxima función.

Estaba pensando en contingencias en mi mente "ojalá no dure mucho" "¿a ver que hacen ahora?"y cosas por el estilo. Pero sonaron las primeras notas del conocido tema y sentí algo en el estómago.

Chingado, soy un fan/geek más de esto... En fin, que se le puede hacer.

Me terminó gustando bastante la película, y quiero volverla a ver en el cine.
Salgo de la función y esta cayendo un aguacero. Añádanle a esto que me dejó pensando la película y parecía que no estaba en Hermosillo, si no en algún otro lugar.

La sensación de extrañeza continúa hasta esta mañana, pero ya no sólo por la película (ni porque en la carrera faltando 1 vuelta se le rompió la suspensión a mi piloto favorito, dejando que se le escape el tipo con el que está peleando el campeonato), sino por lo que me dijeron ayer, por las vueltas que he dado, por los currículums que he mandado, por las vueltas a los hospitales ,por querer ver gente que no está aqui, o que ya no puedo ver, por querer compartir más momentos, por extrañarlas, por los sueños... y por palabras que se mueren por volar.